GlobalIntegral

Digital católico
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Transición digital
Como parte de la Nueva Evangelización, la era digital está plagado de la omnipresencia de Internet, los datos, el cloud, los algoritmos y los IoT, lo que abre innumerables posibilidades para desarrollar la creatividad de la fe y proclamar la centralidad de Jesucristo; de hecho, acumular información sin utilizarla para hacer crecer efectivamente el Reino de los Cielos puede a veces oponerse a la vocación a la trascendencia de cada persona humana.
GlobalIntegral suscribe cualquier implicación de los discípulos-misioneros en la transición digital que tenga en cuenta el kairos, el discernimiento de los signos de los tiempos, la inculturación esférica y la sinodalidad.
Se trata de pasar de la etapa de desarrollo, visión, escenario a la implementación en la realidad de herramientas digitales interactivas y conectadas; esta digitalización de la Iglesia permite mejorar, en cualquier espacio dedicado, la experiencia digital asociada a la fe y valorar todas las culturas, todos los contextos y todas las diversidades legítimas.
Se requiere la maximización de cualquier proceso digital para promover las interacciones, el diálogo, la educación y la formación continua y el uso de la AI y su potencial como catalizador para generar nuevas aplicaciones y responder mejor con agilidad y flexibilidad a cualquier tipo de demanda en términos de comprensión cualitativa de la fe.
Siendo conscientes del impacto ambiental digital y del cambio climático con sus necesarios ajustes, cualquier estrategia digital debe implementarse con soluciones digitales adaptadas para promover la atracción hacia la Iglesia y optimizar el camino de fe; además, las redes sociales pueden usarse como canales de influencia benévola para fomentar el apoyo al mensaje de la Buena Nueva del Evangelio.
La incesante movilidad de las personas en todo el planeta, la urbanización globalizada y la diversidad de contextos con sus múltiples mutaciones socioculturales conducen a veces a cambios en las fronteras de los territorios eclesiales.
En consecuencia, la transformación digital requiere un enfoque misionero creativo y flexible que conduzca a la implementación de nuevas experiencias de fe y que afronte la obsolescencia y las incesantes rupturas producidas por la continua y rápida evolución tecnológica y las innovaciones, generando contenidos digitales adaptados a la complejidad del contexto, esferas culturales y existenciales del mundo.
La Iglesia, una red formada por personas diferentes y únicas que cooperan juntas en sinergia para poner sus talentos al servicio del destino último de cada ser humano en el mundo globalizado, está comprometida en esta transición digital en constante movimiento.


